Las lluvias torrenciales que cayeron durante dos semanas sobre Pakistán han anegado el 15% del territorio del país, causado la muerte de 1.600 personas y afectado la vida de cerca de 14 millones, entre ellas, más de 6 millones de niños y niñas, cada vez más vulnerables frente a la malnutrición y eventuales brotes epidémicos. El desastre tendrá profundas consecuencias a largo plazo para el pueblo pakistaní. Médicos del Mundo ha desplegado varios equipos para combatir las enfermedades diarreicas y desarrollar una campaña de vacunación contra el sarampión.
“La necesidad más inmediata y urgente es proporcionar refugio, agua potable y alimentos a las víctimas", considera Marc Tyrant, jefe del equipo de Médicos del Mundo en el país. La organización trabaja en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, en el noroeste, desde 2009, asistiendo a las poblaciones desplazadas por el conflicto entre talibanes y el Ejército de Pakistán. Ahora, doce de los distritos de la provincia se enfrentan a las peores inundaciones desde 1929.
Nuestros equipos en el terreno informan de daños importantes en el sistema de salud: centros sanitarios dañados o destruidos y mucho personal médico que se ha visto obligado a huir de las zonas inundadas. El agua, que lo cubre todo, es un vector de enfermedades intestinales. Los casos de diarrea, que puede llegar a ser mortal, están aumentando rápidamente. "El hacinamiento, la falta de agua potable… todas las condiciones apuntan a un brote de cólera ", asevera Tyrant.
Dos de nuestros equipos móviles están proporcionando asistencia médica en cuatro localidades del distrito (uno de ellos se ha hecho cargo del ambulatorio del Liaqat Memorial Hospital). Otros dos equipos se han desplazado a los distritos más afectados de la provincia, Nowshera y Charsada, donde el 90% de las casas, de barro, están total o parcialmente sumergidas, 50.000 personas han quedado sin asistencia sanitaria y los casos de cólera son aún más numerosos.
La amenaza de un brote de malaria también es severa, siendo especialmente vulnerables las mujeres embarazadas y menores de 5 años de edad. Médicos del Mundo tiene previsto distribuir mosquiteras impregnadas en insecticidas de larga duración entre 600 familias.
Nuestros equipos en el terreno informan de daños importantes en el sistema de salud: centros sanitarios dañados o destruidos y mucho personal médico que se ha visto obligado a huir de las zonas inundadas. El agua, que lo cubre todo, es un vector de enfermedades intestinales. Los casos de diarrea, que puede llegar a ser mortal, están aumentando rápidamente. "El hacinamiento, la falta de agua potable… todas las condiciones apuntan a un brote de cólera ", asevera Tyrant.
Dos de nuestros equipos móviles están proporcionando asistencia médica en cuatro localidades del distrito (uno de ellos se ha hecho cargo del ambulatorio del Liaqat Memorial Hospital). Otros dos equipos se han desplazado a los distritos más afectados de la provincia, Nowshera y Charsada, donde el 90% de las casas, de barro, están total o parcialmente sumergidas, 50.000 personas han quedado sin asistencia sanitaria y los casos de cólera son aún más numerosos.
La amenaza de un brote de malaria también es severa, siendo especialmente vulnerables las mujeres embarazadas y menores de 5 años de edad. Médicos del Mundo tiene previsto distribuir mosquiteras impregnadas en insecticidas de larga duración entre 600 familias.
Fondo de emergencias
Médicos del Mundo ha activado la cuenta bancaria 2100 4466 99 0200020000 para aquellas personas que quieran hacer sus contribuciones a nuestro Fondo de Emergencias. Frente a una catástrofe de origen natural o humano, el Fondo de Emergencias asegura que podamos acceder, de forma fluida, flexible y rápida, a los fondos necesarios para el despliegue de medios, equipo y personal sanitario.
Esta disponibilidad de recursos inmediatos facilita que podamos planificar intervenciones de una forma activa en emergencias menos mediáticas, que no tienen eco en los medios de comunicación. Su ámbito de actuación se extiende a todo el territorio mundial de una manera global.
Esta disponibilidad de recursos inmediatos facilita que podamos planificar intervenciones de una forma activa en emergencias menos mediáticas, que no tienen eco en los medios de comunicación. Su ámbito de actuación se extiende a todo el territorio mundial de una manera global.
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